miércoles, 20 de octubre de 2010

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Ando y ando y por más que me mueva a toda velocidad,
no la puedo alcanzar.
Por todas partes de su cuerpo y de sus calles, he escrito alusiones, metáforas, razones y hasta un cuento de palabras animadas he dejado en un muro, al alcance sus ojos…
En el camino largo o quizás corto… pero único,
Me esmero en cuidarla con el estilo que mejor me nace.
Entregarle la ilustración de cómo hacer que la vida halle entera una primavera y
Si bien, o mal se presenta infaltable escarcha invernal, Con cuidado la cosecha continúa.
Luego. Siempre después de un vendaval viene a nosotros un buen cielo,
Con la luna patinada, colmado de estrellas y de anhelos…
Siempre habrá una noche buena y una mañana hermosa.



En las jornadas fatales, muy lluviosa y fría en su brisa. Alcanzo a tocarla y desesperado el impulso de mi amor, le da un apretón fuerte con mis brazos,
Rápidamente le dificulto las alas,
Logro que el águila quede
Prisionera de mi desesperanza que respira…
Encadenada y desencantada
Lucha en soltarse gastando su escasa fuerza hasta que duerme en llanto y controlo su cintura…
Atrapada en los sueños es un pajarito delicado que derrama su inocencia más natural,
Es como…
Como un arrullo de cuna o una criatura en una cuna de tronco…

No se... no se si fue un descuido en mi cansancio o separé mis brazos…
Nuevamente no alcanzo a verla.




/metz/

1 comentario:

Reina dijo...

Los sueños se nos escapan cada vez que creemos concretarlos...
Mejor es dejarlos libres... aunque la mirada no alcance a verlos... regresarán...

Me emocionó esta entrada... por no decirte que me hizo llorar... ;)
Un beso salado con brillo de luna marina...