Canción titulada “pobrecitos mis recuerdos” del cubano Ignacio Villa
(más conocido cómo bola de nieve)
Imágenes del film español "todas las canciones hablan de mí"
segundo cantar
Sueños ensamblados…
Anoche lo soñé.
El tiempo retrocedía y nuevamente caminaba a la par con
Aquella jovencita. La que nombraba mi novia,
La que cuidaba cómo a mi mujer y la que sentía
Mi compañera eterna por el efecto que el tiempo me
Quedaba pequeño a su lado.
Éramos (en el sueño) todo eso que fuimos y además de lo que
Acaecía, reviví los anhelos que proyectaba por aquella
Época, junto a ella:
Ideaba el futuro, no en son de promesas (los románticos
Prometen. Los embusteros que aman con palabras
En vez de abrazos)
Yo trataba al futuro con recato, razonado…
Aplicando la honestidad que merecen los deseos en cada
Momento (presente) cuándo uno está enamorado.
Flotando en la superficie de la memoria (soñando)
Reformando la vivencia zarandeé mis sentimientos
Y me sentí idéntico a la primera vez;
No logré sacar provecho del todo. No supe quebrantar
Mis viejas sensaciones y la certeza de que estaríamos
Felices me seguía persiguiendo.
El pasado me advertía endureciendo las plumas
De mi almohada. (hay secretos que nunca deben ser
Revelados, hay palabras, que se deben madurar y
Una vez fértiles, mudas en el pensamiento, sólo hay que
Aplicarlas)
Aferrado a que los cambios, cambian los hechos.
En mi segunda vida (en el sueño) a diferencia de la
Primera vez, me oculté en el silencio.
Permití que el viento dirija los pasos y me convierta
En lo que el viento mismo sabe que está escrito
Para mí.
Clausuré el habla del alma y dejé que siga siendo la
Misma jovencita que tanto disfrutaba ser…
Con sus bailes, su silueta liviana y su extenso tiempo.
Ésta vez… agarré mis sueños y los acosté dentro de
Mis sueños para que sueñen por ellos. Liberándolos…
Abriendo camino a revolcarse en otros cuerpos.
Me guardé el cuento (avergonzado) de la casa pintada,
Las azaleas del jardín, el tiempo de escritura y la parte
Del ensayo…
En vez de escarpines invertí en un oso de felpa (para ella)
Y en algunas prendas presumidas.
Invertí dándome pobreza, aporté en nosotros
Demoliendo el deseo de jugar con mi niño.
Cambié la frecuencia, quemé la imagen que veía cómo ella
Nutría a nuestro niño.
Me quité tantos años cómo pude…
La seguí amando de la misma manera (cómo pude!)
Y al mando del viento un benteveo chillón se pegó a mi ventana
Trayéndome a tierra…
Suspiré!
Me agradó encontrarme tal cuál...
aunque no dudé en preguntarme…
¿Serán pobrecitos mis recuerdos?
/Metz/
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